UNIDAD EN TORNO A LA HUELGA MAGISTERIAL PARA
DERROTAR AL GOBIERNO Y SU PROYECTO DE LEY
CGTP: PARO NACIONAL YA EN APOYO AL SUTEP, SALUD Y
DE LAS BASES EN LUCHA
Hemos
cumplido 15 días de huelga indefinida y pese a que ella se extiende por todo el
país (Cajamarca, Piura, Lambayeque, Madre de Dios, San Martin, La Libertad, Arequipa
provincias de Lima) y crece en combatividad, no hay solución. Humala se burla
no sólo de los maestros, también de todos los niños y padres de familia que son
los verdaderos perjudicados por el paro.
A nadie le
cabe la menor duda que esto responde a la decisión del gobierno de imponernos a
cómo de lugar su nefasta Ley de “Reforma Magisterial”, con la que intenta
barrer todas las conquistas del magisterio, la ley del Profesorado y hasta derechos
elementales como la organización gremial, con el objetivo de despejar el camino
hacia el desmantelamiento total de la educación pública.
Sin embargo,
esta “ofensiva” es de un gobierno golpeado por la lucha popular que ha sufrido
fuertes derrotas, como en Cajamarca contra el Proyecto Conga y en Essalud donde
los médicos acaban de arrancarle un importante aumento. Asimismo, los
trabajadores de salud, los médicos del MINSA y de otros sectores realizan masivas
huelgas y numerosos sindicatos obreros aúnan esfuerzos y se movilizan poniendo
contra las cuerdas al gobierno y a los empresarios.
Ante este
embate popular, el gobierno apenas puede mostrar el apoyo condicional de la
derecha. Ella ni le perdona su absoluta ineptitud en la lucha antisubversiva
donde asesina inocentes y secuestra niños en un afán desesperado por mostrar
éxitos donde sólo cosecha fracasos.
Los
trabajadores estamos ante condiciones que favorecen la conquista de nuestras
demandas, pero por supuesto el resultado final depende de nuestra lucha unida y
firme.
Pero esto,
por diversos motivos, no es lo que ocurre en el magisterio. El CEN del SUTEP convocó
a la huelga nacional después de dividir y debilitar al gremio cuando condenó al
aislamiento a la gran lucha que inició provincias y que duró dos largos meses,
acusando a su dirección (haciéndole coro al gobierno) de ser “senderista”,
cuando sus reclamos los hacía suyo todo el magisterio. Por eso la huelga hoy no es acompañada por un gran sector de
provincias, y los que la acatan si bien son un amplio sector lo hacen con una
gran carga de desconfianza por el largo historial de traiciones de Patria Roja.
Esta
desconfianza es mayor aún porque el CEN no muestra disposición de luchar por las
reivindicaciones que los maestros esperan. El CEN pide migajas. Pero sobre todo
pide un espacio (una “mesa”) para negociar el nefasto proyecto de ley del
gobierno con el suyo, que llama de “consenso”.
Pero tal es la
debilidad de la posición del CEN que este gobierno golpeado y zarandeado ni siquiera
le acepta “negociar” sus tímidas demandas, y por el contrario juega al desgaste
de la huelga para imponernos después al caballazo su proyecto.
La
dirigencia nacional no es ninguna garantía de defensa de las verdaderas
aspiraciones de los maestros ni menos de la victoria de la lucha, y no garantiza
la extensión, fortalecimiento y la unidad que necesitamos para triunfar. Su
impotencia a lo máximo lo lleva a mostrar falsos gestos de “radicalización”.
UNIDAD PARA LA VICTORIA: El burocratismo (CEN)
y el sectarismo (CONARE) para la traición y la derrota
Esta situación
ha servido de justificación para que algunos sectores equivocadamente decidan no
respaldar la huelga, como el CONARE.
La
perversidad de la dirigencia del SUTEP no debe ser confundida con la justeza de
la huelga que llevan a cabo miles de maestros y maestras en todo el país como
respuesta al ataque del gobierno, a sus innumerables abusos e incumplimientos,
y sobre todo a la amenaza de aplicarnos el más brutal golpe que hoy se cierne
sobre nuestras cabezas y que tiene nombre propio: la Ley Salas.
Pese a la
timorata conducta del CEN, las bases salen masivamente a la pelea detrás de sus
legítimas reivindicaciones que agitan a todo pulmón en las calles con la
aspiración de arrancarlas más allá de las limitaciones que le impone su
dirección.
La defensa de
la ley del profesorado está fuera de toda discusión en las bases y no puede ser
antepuesto como condición para apoyar o no la lucha actual. Hoy no está en
debate ni siquiera la ley de “consenso” de Patria Roja sino una amenaza peor que
es la aprobación de la ley Salas, que no sólo liquidará la Ley del Profesorado
sino hasta los derechos más elementales del magisterio. Ante esta realidad no
puede ni debe haber ninguna duda sobre el lugar que deben ocupar los luchadores.
Así lo han comprendido cientos de dirigentes de base que son los que hoy se han
colocado a la cabeza de la pelea y vienen sosteniendo la fuerza de la huelga.
Peor que la posición
de la dirigencia del CONARE ocurre con la postura del sector de provincias (Junín
y Huancavelica) que dirige el profesor Zenón Pantoja y que se autodenomina “Comité
de Lucha” y que lleva a cabo una huelga paralela desde el 15 de agosto. Su
plataforma es justa tanto como su lucha, pero equivoca el camino. Este sector proclama
haber “reconstituido” al SUTEP (es decir
son el único y el legítimo), y desconocen al real que organiza y moviliza a la
mayoría del profesorado en la presente huelga, y por ello dirigen contra ella sus
baterías promoviendo una lucha fratricida entre maestros, cuando la lucha
actual es contra el gobierno.
Ante esto los
auténticos maestros y maestras de base no pueden callar: no respaldamos ni la
conducta burocrática y divisionista que impulsa el CEN, ni el aventurerismo
irresponsable que lleva a provocar desmanes indefendibles y lleva al
enfrentamiento entre maestros.
¿QUE HACER?
La
responsabilidad en la conducción de la lucha actual es de Patria Roja. Pero
esto no diluye la propia responsabilidad de los otros sectores porque se trata
de una lucha de todo el magisterio. La obligación número uno de todos hoy es
poner en práctica la unidad en la lucha
contra el gobierno, manteniendo cada cual sus banderas, como ya lo vienen
haciendo cientos de activistas y dirigentes de base que son la vanguardia de la
actual pelea.
Esta unidad en la acción junto a la organización
y movilización de las bases debe ser la garantía para la defensa de las
verdaderas aspiraciones por las que el magisterio hoy se encuentra en las
calles.
Además, si se
trata de defender la ley del Profesorado y combatir la ley “consensuada”, este
es precisamente el momento para salir a la lucha, no mañana cuando todo esté
consumado. Igual, si algunos pretenden ser una alternativa “clasista”, este es
el momento de demostrarlo, de cara a las bases que están peleando en las calles
intentando rebasar el control y la dirección del CEN del SUTEP, y no con su
pasividad, colocándose de hecho, del lado del gobierno.
La huelga
entra a un momento decisivo y es fundamental:
1. Un
giro que logre el fortalecimiento y la extensión de la huelga en unidad de
acción de todos, maestros y maestras, con partidos o sin ellos.
2. Darle
vida a nuestros Sute bases, sectoriales y regionales, de manera que se discuta
amplia y democráticamente qué es lo que
los maestros y maestras queremos y necesitamos.
3. Agrupar
a todos en torno a comités de lucha distrital y sectorial unitarios para que sean
ellos los que garanticen las tareas y potencien la movilización.
4. Coordinar
y unificar la movilización con los otros sindicatos también en lucha contra el
gobierno.
5. Y
desde cada base demandar un Comité Nacional de Lucha Unitario representativo de
todos los sectores y de las bases, que garantice la conducción centralizada y
la defensa real de las demandas magisteriales que las bases levantan.
Por último, un solo clamor que
debemos incluir en nuestras banderas: CGTP debe convocar a un Paro Nacional
Unitario ya, por el triunfo de la lucha del SUTEP, Salud y de todas las bases
en conflicto.
Lima,
20 de setiembre 2012
Autor: Lucha Magisterial
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