Somos maestras y maestros del Partido Socialista de los Trabajadores que a través de este medio queremos colocar nuestras opiniones para debatirlas con el conjunto del magisterio y la población.

jueves, 20 de septiembre de 2012

HNI SUTEP contra la Ley de Reforma Magisterial



UNIDAD EN TORNO A LA HUELGA MAGISTERIAL PARA DERROTAR AL GOBIERNO Y SU PROYECTO DE LEY
CGTP: PARO NACIONAL YA EN APOYO AL SUTEP, SALUD Y DE LAS BASES EN LUCHA


Hemos cumplido 15 días de huelga indefinida y pese a que ella se extiende por todo el país (Cajamarca, Piura, Lambayeque, Madre de Dios, San Martin, La Libertad, Arequipa provincias de Lima) y crece en combatividad, no hay solución. Humala se burla no sólo de los maestros, también de todos los niños y padres de familia que son los verdaderos perjudicados por el paro.
A nadie le cabe la menor duda que esto responde a la decisión del gobierno de imponernos a cómo de lugar su nefasta Ley de “Reforma Magisterial”, con la que intenta barrer todas las conquistas del magisterio, la ley del Profesorado y hasta derechos elementales como la organización gremial, con el objetivo de despejar el camino hacia el desmantelamiento total de la educación pública.
Sin embargo, esta “ofensiva” es de un gobierno golpeado por la lucha popular que ha sufrido fuertes derrotas, como en Cajamarca contra el Proyecto Conga y en Essalud donde los médicos acaban de arrancarle un importante aumento. Asimismo, los trabajadores de salud, los médicos del MINSA y de otros sectores realizan masivas huelgas y numerosos sindicatos obreros aúnan esfuerzos y se movilizan poniendo contra las cuerdas al gobierno y a los empresarios.
Ante este embate popular, el gobierno apenas puede mostrar el apoyo condicional de la derecha. Ella ni le perdona su absoluta ineptitud en la lucha antisubversiva donde asesina inocentes y secuestra niños en un afán desesperado por mostrar éxitos donde sólo cosecha fracasos.
Los trabajadores estamos ante condiciones que favorecen la conquista de nuestras demandas, pero por supuesto el resultado final depende de nuestra lucha unida y firme.
Pero esto, por diversos motivos, no es lo que ocurre en el magisterio. El CEN del SUTEP convocó a la huelga nacional después de dividir y debilitar al gremio cuando condenó al aislamiento a la gran lucha que inició provincias y que duró dos largos meses, acusando a su dirección (haciéndole coro al gobierno) de ser “senderista”, cuando sus reclamos los hacía suyo todo el magisterio. Por eso la huelga hoy no es acompañada por un gran sector de provincias, y los que la acatan si bien son un amplio sector lo hacen con una gran carga de desconfianza por el largo historial de traiciones de Patria Roja.
Esta desconfianza es mayor aún porque el CEN no muestra disposición de luchar por las reivindicaciones que los maestros esperan. El CEN pide migajas. Pero sobre todo pide un espacio (una “mesa”) para negociar el nefasto proyecto de ley del gobierno con el suyo, que llama de “consenso”.
Pero tal es la debilidad de la posición del CEN que este gobierno golpeado y zarandeado ni siquiera le acepta “negociar” sus tímidas demandas, y por el contrario juega al desgaste de la huelga para imponernos después al caballazo su proyecto.
La dirigencia nacional no es ninguna garantía de defensa de las verdaderas aspiraciones de los maestros ni menos de la victoria de la lucha, y no garantiza la extensión, fortalecimiento y la unidad que necesitamos para triunfar. Su impotencia a lo máximo lo lleva a mostrar falsos gestos de “radicalización”.
UNIDAD PARA LA VICTORIA: El burocratismo (CEN) y el sectarismo (CONARE) para la traición y la derrota
Esta situación ha servido de justificación para que algunos sectores equivocadamente decidan no respaldar la huelga, como el CONARE.
La perversidad de la dirigencia del SUTEP no debe ser confundida con la justeza de la huelga que llevan a cabo miles de maestros y maestras en todo el país como respuesta al ataque del gobierno, a sus innumerables abusos e incumplimientos, y sobre todo a la amenaza de aplicarnos el más brutal golpe que hoy se cierne sobre nuestras cabezas y que tiene nombre propio: la Ley Salas.
Pese a la timorata conducta del CEN, las bases salen masivamente a la pelea detrás de sus legítimas reivindicaciones que agitan a todo pulmón en las calles con la aspiración de arrancarlas más allá de las limitaciones que le impone su dirección.
Ante esta realidad es inexplicable que la dirigencia del CONARE no esté luchando con las bases. Se trata de apoyar esta justa lucha y apostar todo por su triunfo como desean los maestros y maestras. Negarse a pelear junto a ellos pretextando que la dirección es “traidora” es colocar los mezquinos intereses de grupo por encima de la lucha que realiza el conjunto del magisterio por sus reivindicaciones, y no ver que el enemigo común que en este momento enfrentamos es el gobierno de Humala.  
La defensa de la ley del profesorado está fuera de toda discusión en las bases y no puede ser antepuesto como condición para apoyar o no la lucha actual. Hoy no está en debate ni siquiera la ley de “consenso” de Patria Roja sino una amenaza peor que es la aprobación de la ley Salas, que no sólo liquidará la Ley del Profesorado sino hasta los derechos más elementales del magisterio. Ante esta realidad no puede ni debe haber ninguna duda sobre el lugar que deben ocupar los luchadores. Así lo han comprendido cientos de dirigentes de base que son los que hoy se han colocado a la cabeza de la pelea y vienen sosteniendo la fuerza de la huelga.
Peor que la posición de la dirigencia del CONARE ocurre con la postura del sector de provincias (Junín y Huancavelica) que dirige el profesor Zenón Pantoja y que se autodenomina “Comité de Lucha” y que lleva a cabo una huelga paralela desde el 15 de agosto. Su plataforma es justa tanto como su lucha, pero equivoca el camino. Este sector proclama haber “reconstituido” al SUTEP  (es decir son el único y el legítimo), y desconocen al real que organiza y moviliza a la mayoría del profesorado en la presente huelga, y por ello dirigen contra ella sus baterías promoviendo una lucha fratricida entre maestros, cuando la lucha actual es contra el gobierno.
Ante esto los auténticos maestros y maestras de base no pueden callar: no respaldamos ni la conducta burocrática y divisionista que impulsa el CEN, ni el aventurerismo irresponsable que lleva a provocar desmanes indefendibles y lleva al enfrentamiento entre maestros.

¿QUE HACER?
La responsabilidad en la conducción de la lucha actual es de Patria Roja. Pero esto no diluye la propia responsabilidad de los otros sectores porque se trata de una lucha de todo el magisterio. La obligación número uno de todos hoy es poner en práctica la unidad en la lucha contra el gobierno, manteniendo cada cual sus banderas, como ya lo vienen haciendo cientos de activistas y dirigentes de base que son la vanguardia de la actual pelea.
Esta unidad en la acción junto a la organización y movilización de las bases debe ser la garantía para la defensa de las verdaderas aspiraciones por las que el magisterio hoy se encuentra en las calles.
Además, si se trata de defender la ley del Profesorado y combatir la ley “consensuada”, este es precisamente el momento para salir a la lucha, no mañana cuando todo esté consumado. Igual, si algunos pretenden ser una alternativa “clasista”, este es el momento de demostrarlo, de cara a las bases que están peleando en las calles intentando rebasar el control y la dirección del CEN del SUTEP, y no con su pasividad, colocándose de hecho, del lado del gobierno.
La huelga entra a un momento decisivo y es fundamental:

1. Un giro que logre el fortalecimiento y la extensión de la huelga en unidad de acción de todos, maestros y maestras, con partidos o sin ellos.

2. Darle vida a nuestros Sute bases, sectoriales y regionales, de manera que se discuta amplia y democráticamente qué es lo que  los maestros y maestras queremos y necesitamos.

3. Agrupar a todos en torno a comités de lucha distrital y sectorial unitarios para que sean ellos los que garanticen las tareas y potencien la movilización.

4. Coordinar y unificar la movilización con los otros sindicatos también en lucha contra el gobierno.

5. Y desde cada base demandar un Comité Nacional de Lucha Unitario representativo de todos los sectores y de las bases, que garantice la conducción centralizada y la defensa real de las demandas magisteriales que las bases levantan.
Por último, un solo clamor que debemos incluir en nuestras banderas: CGTP debe convocar a un Paro Nacional Unitario ya, por el triunfo de la lucha del SUTEP, Salud y de todas las bases en conflicto.


Lima, 20 de setiembre 2012

Autor: Lucha Magisterial

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