Lucha Magisterial: agosto 2012

REFLEXIONES SOBRE UNA HERÓICA LUCHA EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN Y LOS DERECHOS DEL PROFESORADO

Reunidos alrededor de una torta y cantando con entusiasmo “cumpleaños feliz”, un grupo de maestros festejan el primer año del niño que han bautizado al frente del Ministerio de Educación en Lima, donde se encuentran los maestros del SUTEP en huelga. El frío es inclemente, pero acá la alegría es radiante engreído de una profesora huantina que como muchas madres y padres cargaron sus hijos o tuvieron que dejarlos en sus pueblos, para sostener esta heroica duró más de 60 días.

No hay palabras que puedan describir esta intensa y larga lucha que realizaron decenas de miles de maestros de gran parte del interior del país, y algunos de Lima. Ni el inagotable esfuerzo de los que sostuvieron la huelga con movilizaciones en sus provincias, ni de los cientos que vinieron en marcha de sacrificio a Lima donde soportando hambre y frío marcharon a diario para ser escuchados por un gobierno sordo, hasta las bases de los Sectores 14, 9, 17, 15 y 12, entre otras, que lograron sumarse a la pelea aunque de manera parcial, mientras miles de colegas realizaban indesmayables esfuerzos buscando cartones, juntando víveres, frazadas y hasta abrigo en apoyo de los que tenían que pernoctar en la calle.

Esta es la huelga que por dos largos meses realizaron los maestros que enseñan a nuestros hijos, de los campesinos y obreros. El gobierno que dice preocuparse por la educación, al contrario, se despreocupa de ella pues le cerró completamente la puerta a los dirigentes del CONARE acusándolos de “senderistas”. Nadie discute que la educación en el Perú está por los suelos, pero por culpa de gobiernos como el de Humala (digno continuador de Alan) que se han empeñado en desprestigiar y atacar a los maestros mientras pisotean sus derechos, para de ese modo facilitar la privatización de la educación que en los últimos años ha pegado un salto con la masificación de los colegios privados.

La verdad es que los maestros agrupados en el CONARE y algunas bases clasistas, por la traición de Patria Roja que ha renunciado a defender los derechos de los maestros y la misma educación pública, son la vanguardia combativa que ha encontrado el gobierno y la reacción en la defensa de esos derechos condensados en la Ley del Profesorado y en la educación pública y gratuita.

Por eso no es casual que sobre ellos recaiga todo el odio oficial y de los plumíferos a sueldo de la burguesía, pues se trata de derrotar el último de los frenos en el camino de lograr la deseada mercantilización de la educación y de la misma profesión docente, como parte de la construcción del modelo de libre mercado que se pregona como sinónimo de “modernidad”, cuando en realidad sólo sirve para que los capitalistas se sigan llenando los bolsillos mientras el pueblo sigue hambreado y en la ignorancia.

¿Y el CEN del SUTEP? Bien, gracias. Así como hay una dignidad que se encarna en cada maestro que ha salido a luchar o apoyar comprendiendo la justeza de su lucha, hay una vergüenza que no tiene medida encarnada en la dirigencia de Patria Roja muy bien simbolizada el cinismo inconmensurable de su dirigente René Ramírez.

El CEN del SUTEP no sólo ha dado la espalda a esta lucha faltando al principio elemental de la solidaridad de clase, sino lo que es peor, se ha convertido en la punta de lanza del gobierno en el ataque a estos maestros luchadores, usando la misma burda acusación de “senderistas” hecha por la reacción. La burocracia de la CGTP que juega igual papel traidor sobre las luchas de la clase obrera, hizo coro con el CEN del SUTEP en este ataque. Estas dirigencias son esquiroles del movimiento sindical, y no es casual que sean colaboracionistas de los planes de privatización y de superexplotación que se aplican, porque han canjeado la defensa de la Ley del Profesorado y de la educación pública por el manejo de la Derrama Magisterial que es la fuente de su enriquecimiento individual y de grupo.

Las bases de Lima

¿Y qué pasó con las bases de Lima? Los combativos maestros de las regiones en lucha no se cansaron de bajar a las bases de Lima pero no lograron que éstas se sumaran a la huelga, lo que hubiera sido decisivo para su resultado final. De manera parcial lo hicieron algunos sectores como resultado del esfuerzo consciente de un sector de vanguardia, pero la inmensa mayoría de maestros de Lima se mantuvieron al margen. Estos maestros están en la misma situación de sus colegas de provincia y no hay duda que comprenden su lucha, pero para salir masivamente a la huelga necesitan dirigencias consecuentes capaces de enfrentarse y rebasar a la cúpula de Patria Roja, pero es evidente que ante su ausencia o debilidad la inercia de la burocracia sigue pesando en el control del gremio magisterial.

Era responsabilidad del CEN convocar a la huelga de sus bases para unificar la lucha y vencer la intransigencia del gobierno y arrancar las demandas del magisterio. Pero su traición le ha pasado una factura muy alta: en las bases sólo hubo solidaridad con los maestros de provincias y profundo repudio a la postura de René Ramírez y su camarilla.

Sin embargo, el no ingreso masivo de las bases de Lima también se explica por otras razones como la misma conducción de la huelga.

Una huelga justa etiquetada de “senderista”

La huelga ha sido y es justa y aunque parezca ocioso no nos cansaremos de repetirlo porque precisamente este tema estuvo en el centro de la avalancha de ataques que recibió desde la derecha, el gobierno, el CEN (y Huaynalaya desde su pequeña secta) acusándola de ser dirigida por el MOVADEF-Sendero Luminoso (SL) y de responder a sus intereses políticos (la amnistía de sus líderes).

Aunque desde el principio se quiso negar, ahora ya nadie discute que a la cabeza del CONARE y de sus bases más importantes se encuentran miembros del MOVADEF. Tal fue la avalancha de ataques y la negativa del gobierno a dialogar que en muchas bases creció este cuestionamiento, y en el mismo CONARE se intentó diversos cambios para posibilitar el dialogo, pero sin suerte. Entonces un primer tema es dilucidar si era o no correcto la presencia del MOVADEF y qué debía hacerse ante el emplazamiento del gobierno.

Nosotros decimos, a diferencia de todos los partidos de la llamada “izquierda”, que el MOVADEF tiene derecho a participar del movimiento y de su dirección en tanto han sido elegidos por las bases. Rechazamos de manera enérgica el veto impuesto por las autoridades de dialogar con los dirigentes de la huelga, lo que realmente termina siendo un desprecio a los maestros en huelga, lo que explica la encendida bronca como estos se han visto obligados a expresarse.

Una huelga justa pero mal dirigida

En su balance la dirigencia del CONARE carga la tinta en la culpabilidad del gobierno y en la traición de Patria Roja, en lo que no hay dudas. Pero toda lucha plantea desafíos y en enfrentarla reside su responsabilidad. Y fraternalmente decimos que la dirección del CONARE pese a su combatividad y heroísmo ha conducido mal la lucha.

El gobierno estuvo acorralado por mucho tiempo debido a la fuerte huelga magisterial y otras luchas populares como Cajamarca, habiendo condiciones para infligirle una derrota y conquistar algunas de las demandas planteadas. Pero la dirigencia del CONARE hizo méritos para aislar la lucha y darle el argumento perfecto que necesitaba el gobierno para que no atendiera sus reclamos.

Cuando el gobierno claramente marcó la cancha señalando que no hay diálogo con el CONARE mientras no deslinde con SL y mientras haya dirigentes vinculados al MOVADEF, la dirigencia respondió mal. El CONARE debía consultar a sus bases y optar por responder a dicho emplazamiento defendiendo a los dirigentes vinculados al MOVADEF, entonces asumía todas las consecuencias del caso, o tomar una posición clara deslindando con SL y haciendo a un lado a los compañeros vinculados a dicha organización, abriendo así la posibilidad de un entendimiento con el gobierno. Pero la dirigencia no llevó esta consulta a la base sino decidió ella misma, imponiendo una salida confusa, lo que al final se le volvió en contra recrudeciendo el ataque del gobierno.

La oportunidad, además, fue propicia no para dar satisfacciones al gobierno sino para abrir un debate franco y abierto en las bases sobre el pasado accionar de SL, que en nuestra opinión ha sido pernicioso para el movimiento sindical y popular. Y en cuanto al MOVADEF, sin menoscabo de su derecho de ser parte del movimiento, un paso al costado hubiera sido un ejemplo de poner por delante los intereses de las bases al interés por los cargos, lo que hubiera dejado sin pretextos al gobierno, y sobre todo hubiera permitido despejar la falsa idea de la opinión pública, y en especial de las bases magisteriales, sobre los verdaderos motivos de la huelga, permitiendo superar su aislamiento. Fue un error no hacerlo. El MOVADEF con mayoría en el CONARE se impuso y mostró que actúa con los mismos métodos que recusa a Patria Roja.

El mayor problema: la autoproclamación y el aislamiento

El CONARE, autoproclamado como el auténtico Sutep y despreciando el peso del Sutep oficial, ha creído que luchando solo y de manera radical iba a lograr que las bases de Lima lo seguirían y lograría triunfar, lo que también se ha demostrado totalmente equivocado. El CONARE tiene sus bases y el Sutep Oficial también. Nadie sigue a nadie sino responden a su dirección por más que la cuestionen. Es un error despreciar al Sutep Oficial cuando a quien debemos depreciar es a PR diferenciándolo de las bases que controla de manera burocrática. Al hacerlo se usa el mismo método de PR cuando utilizando al MOVADEF mete en la misma bolsa a todas las bases del CONARE.

Haciendo esta diferencia esencial era preciso combatir a PR y disputarle el control de sus bases, empezando por asistir a las asambleas del SUTEP y participar de los dos paros que convocó (el 14 de junio y el 12 de julio) para propagandizar y ganarlas a la idea de la Huelga Unitaria. El sectarismo y la autoproclamación llevaron al aislamiento del CONARE de las bases del magisterio de Lima.

Este error se agravó con otro: El CONARE también se aisló en Lima de las organizaciones sindicales, políticas y populares, a cuya solidaridad debía convocar, entre otras razones para demostrar la justeza de su lucha ante los infundios del gobierno. Al encerrarse en sí mismo el CONARE reforzó la idea de que la huelga respondía a intereses de los “senderistas del MOVADEF”. Toda lucha, por más modesta que sea en sus aspiraciones, enfrenta la política del gobierno, y el magisterio por la naturaleza de sus demandas y apoyándose en la fuerza de sus bases, tenía mayores razones para convocar a la unidad de todos los maestros y a la solidaridad de toda la clase trabajadora y del pueblo. Pero no lo hizo.

Por estas razones pensamos que pese a la poderosa huelga magisterial el debilitado gobierno de Humala finalmente logró imponerse a ella sin siquiera sentarse a “dialogar”. Subestimar la fuerza de los enemigos que enfrentamos y sobreestimar la suya propia aplicando una orientación sectaria con métodos burocráticos, llevó a la huelga a un callejón sin salida y a producir su levantamiento sin las soluciones esperadas. Nadie va a desmerecer por supuesto lo que varias bases de provincias han arrancado con la huelga, pero el objetivo de la lucha era otro.

Lo que ahora se necesita es discutir en las bases en forma democrática, un balance profundo de la lucha realizada que permita sacar las lecciones para retomar con más fuerza la lucha en un futuro próximo.

Mientras estas nuevas tareas y desafíos atraviesan a los maestros combativos, la madre de “conarito” prepara su retorno a las aulas, allá en Huanta. Queda imborrable en su memoria los duros días de lucha que le tocó vivir en Lima. Una experiencia única y a la vez la única herencia que puede dejar a sus hijos una maestra o un maestro digno de sí mismo.

Autor: Lucha Magisterial