Somos maestras y maestros del Partido Socialista de los Trabajadores que a través de este medio queremos colocar nuestras opiniones para debatirlas con el conjunto del magisterio y la población.

jueves, 6 de junio de 2013

¿Cuántas muertes más para acabar con la violencia?

Maryori, Doris, Estela, María, Dina, Christina… 

¿Cuántas muertes más para acabar con la violencia?


Por Gabriela Ríos 
Bandera Socialista  N° 78

Estas últimas semanas, nos estremecimos con un nuevo caso de asesinato a una mujer. Esta vez fue la joven Maryori Keiko Vega, de tan solo 16 años, quien fue dopada, ultrajada y asesinada por el médico Angel Valdívia Calderón. Maryori es una chica como muchas de las que tenemos cerca, hijas, hermanas, primas… nosotras mismas.
Sin embargo, el triste caso de Maryori se suma a otros 29 que se han registrado en lo que va del año, además de 30 tentativas de feminicidio, según el Ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables (hasta abril). Muchos de los cuales aún están esperando solución.
Para muestra veamos que de los 83 casos que reconoce el Ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables durante el 2012, sólo el 1 está sentenciado, 49 detenidos, 13 libres, 11 prófugos…
Ante homicidios como estos, la prensa, autoridades, y población en general trata de buscar una explicación, que pasa por la locura de un médico, la complicación de un aborto, una relación sentimental como atenuante, o la culpabilidad de los padres …

Estos casos reflejan el machismo

Qué es lo que hace que, ante estos casos repudiables, surjan pensamientos como: “Ella se lo buscó”, “¿Por qué se viste así?”, “¿Por qué lo busca?, ya tiene lo que quiso” “Con esa mujercita, hasta yo le pegaría”. Esta última frase, fue pensada por muchos cuando presenciamos el caso de agresión del embajador de Ecuador a las dos mujeres en un centro comercial.
Todos los casos que vemos cada día son la expresión de una sociedad machista: hostigamiento, acosos, agresiones físicas y psicológicas, asesinatos, etc. Todos estos se basan en la inferiorización de la mujer.

Las mujeres pobres sufrimos a diario la violencia

Estos casos en su mayoría, no son de mujeres burguesas o ricas, ya que ellas sufren la opresión de distinta manera que las trabajadoras.
Las pobres, en cambio, son las que mueren a diario a causa de las peores manifestaciones de opresión. Son las mujeres pobres las que mueren en manos de sus parejas, ex parejas, personas cercanas, etc. Las mujeres pobres estamos más expuestas a la violencia: andar por calles oscuras, vivimos en lugares alejados, no tenemos servicios de salud de calidad, sufrimos de hostigamiento laboral, etc.
En el caso de la joven Maryori, se escuchaban muchos comentarios sobre su mamá, de cómo la puede haber abandonado, y en el caso del padre de cómo no le dedicó más tiempo para ser su amigo…
Pero, la realidad de la familia de Maryori, es la de muchos hogares peruanos en donde uno de los padres tiene que salir al extranjero en busca de oportunidades de trabajo, mientras que el otro trabaja todo el día.
Su madre trabajaba en Argentina en busca de un mejor futuro para su hija, y el padre es trabajador de la famosa empresa “Los Chinos”, donde empieza a laborar a las 4 de la mañana y llega a casa a las 11 de la noche. Esta realidad a las que nos somete este sistema hace que objetivamente nuestros padres abandonen la casa para poder mantener a la familia con las mínimas condiciones.
Otra de las explicaciones que surgió antes de de saber la verdad de este crimen, fue que hubo un aborto que salió mal. Si este hubiese sido el caso se sumaría a la escandalosa cifra de mil abortos diarios, según el Ministerio de Salud (hasta 2012).
Sabemos que el aborto es la tercera causa de la mortalidad materna, ya que se realizan en centros médicos clandestinos que no ofrecen ninguna posibilidad a las mujeres pobres. Decimos pobres porque las mujeres ricas no se  mueren por practicarse un aborto, ya que ellas cuentan con recursos para pagar una clínica reconocida que ofrece todas las condiciones.
Sin embargo, ni fue el abandono de sus padres, ni la práctica de un aborto lo que causó la muerte de Maryori, fue la más brutal expresión de la opresión machista que sufrimos todas las mujeres.

Qué hacemos para parar la violencia

Detrás de estos crímenes y explicaciones se visualiza a una sociedad machista que no jerarquiza los problemas de manera que acabe con estos horrendos crímenes, violencia, cosificación contra la mujer que la deja supeditada a lo que otros quieren para ella.
La opresión contra la mujer le sirve al sistema capitalista, ya que gracias a ésta les paga 30% menos del salario a mujeres respecto a hombres, se ahorra en guarderías públicas, comedores públicos, y condena a la mujer a la doble jornada laboral: Casa y trabajo.
Por eso, además de pelear por una legislación que beneficie a la mujer, que se aplique, se incremente y que busque castigos más severos a los agresores. Cabe al proletariado, hombres y mujeres trabajadores, la solución de ese problema que la burguesía intenta convencer de ser un problema sólo de mujeres y que puede solucionarse en el capitalismo, por medio de las leyes. Leyes que benefician a las mujeres, por ejemplo abundan en la India, pero que aún así cada 30 minutos violan a una mujer.
Entonces, está planteado que cada sindicato, tenga o no mujeres afiliadas, discutan la problemática de las mujeres y la coloquen como parte de su plataforma para avanzar en este terreno.


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